¿Qué significa ser humano?
Estimado espectador,
Cuando comencé a trabajar en el concepto y el guión de Android, tenía dos temas principales que quería abordar: la representación de las trabajadoras sexuales en las formas visuales de los medios de comunicación y las conversaciones sobre el futuro de los robots sexuales. Como trabajadora sexual actual y ávida fanática de la ciencia ficción, vi una superposición entre estos temas y quería imaginar un futuro diferente al que retratan las películas y los programas de televisión.
Las representaciones de los medios de comunicación sobre el trabajo sexual son estigmatizantes y muestran a las trabajadoras del sexo como las únicas víctimas dentro de sus narrativas. Por el contrario, las descripciones raras y positivas del trabajo sexual a menudo han cautivado a la industria, centrándose exclusivamente en fechas extravagantes y el dinero que se puede ganar, mientras se resta importancia a la cantidad real de sexo y trabajo que implica ser trabajadora sexual.
Muchas de las conversaciones actuales sobre robots sexuales juegan en una narrativa binaria similar; cualquiera de los robots sexuales llevará a una mayor objetivación de las mujeres o harán un trabajo tan bueno que las relaciones sexuales entre humanos se volverán obsoletas. Estos debates también plantean preguntas teóricas importantes sobre los derechos de cualquier ser artificialmente inteligente que creamos en el futuro. Serán esclavos de la humanidad; ¿Tendrán la capacidad de consentir por sí mismos? ¿Están realmente de acuerdo si somos sus creadores?
Estas preguntas se hacen eco del debate sobre la despenalización del trabajo sexual. El trabajo sexual se combina con la esclavitud sexual y el tráfico sexual; a las trabajadoras del sexo se les dice que no pueden consentir su trabajo; a las trabajadoras sexuales se les dice que su trabajo es "violación pagada"; A las trabajadoras del sexo se les dice que todos sus clientes son depredadores y que bajo el patriarcado y el capitalismo su consentimiento no es real.
En Android, quería ilustrar una interacción promedio diaria que puede ocurrir entre un acompañante y un cliente, desde la consulta inicial por correo electrónico hasta el final de la reserva. Nadie saca una botella de champán de diez mil dólares, nadie se enamora y nadie es asesinado. Además, el consentimiento y la agencia se representan de maneras sutiles y explícitas, en la escritura, en las copas de vino, en el lenguaje corporal y en una discusión concreta.
Por lo tanto, esta película representa más que solo fantasía sexual. Su objetivo es retratar un mundo de fantasía futurista en el que se han escuchado las voces de los trabajadores del sexo, y nuestros derechos humanos (y quizás androides) son simplemente un hecho.
Atentamente,
Kim Cums